Sector privado, clave en la gobernanza de un país
La gobernanza es un arte, una forma de gobernar. Así la define el Diccionario de la Real Academia, al decir que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, que promueve un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía.
Y si su propósito es promover el desarrollo económico, sin duda alguna que el sector privado debe jugar un papel de suma importancia en esa forma de gobernar. Al menos eso nos dicta la lógica más elemental. Pero también lo hacen los académicos y los mismos empresarios.
La academia
Nicholas Virzi, un doctor en Ciencias Políticas y Sociología, es coordinador Económico de la Escuela de Gobierno (EdG), una academia de postgrados que capacita profesionales para ejercer un mejor papel en su quehacer de los cargos públicos, acepta sin miramientos la importancia del sector privado en la gobernanza de un país.
Según él, los sectores productivos no se pueden desentender de la cosa pública. Los empresarios son los que invierten en un país, apostándole a su futuro. De allí que su compromiso forma uno de los pilares sobre los que se construye el progreso económico, la fuente del desarrollo social, sostiene.
Para Virzi, es justo y necesario que los empleadores y generadores de riqueza puedan fiscalizar la cosa pública, como cualquier ciudadano, así como que den sus insumos sobre el diseño e implementación de las políticas públicas que pueden generar un impacto económico importante. De esa forma, sostiene Virzi, la empresa privada debe estar en posición de poder fiscalizar la acción pública y retroalimentar las políticas públicas. En ese sentido, agrega que los empresarios deben tomar consciencia de que la fiscalización es un camino de doble vía. “Sus prácticas y conducta también deben estar dentro del marco de la ley.
Los tiempos cambian y, por supuesto, los roles que un sector pudo haber jugado en cada momento también son diferentes. Hace 60 años, la economía guatemalteca era monoexportadora, basada principalmente en el café. Ese momento nos enseña el liderazgo que ese sector jugó, a través de la Asociación Nacional del Café (Anacafé). Pero 60 años después, Guatemala da muestras de una economía más diversificada. El sector azucarero, por ejemplo, es fuerte a nivel local e internacional, ubicado entre los 5 mayores exportadores del mundo. Pero también hay otros sectores importantes hoy día, como el textilero, el palmero y los call center.
El interés del sector privado en la gobernanza se ve reflejado, por ejemplo, en la escogencia del tema para el Encuentro Nacional de Empresarios -ENADE 2019-: Fortalecimiento de las instituciones públicas.
En general, todos los sectores deben participar en la gobernanza de un país, en la creación de una sociedad libre y próspera, pero el sector privado podría servir para retroalimentar al gobierno sobre las consecuencias negativas no intencionadas que pueden tener en el mercado ciertas políticas públicas.
El empresariado
Roberto Ardón, director ejecutivo del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comeciales, Industriales y Financieras (Cacif), opina que el papel del sector privado no puede ser menos importante en la gobernanza, cuando es el que invierte, crea empleos, genera riqueza y promueve la productividad. Esos son cinco aportes del sector privado a la gobernanza de un país y son elementos fundamentales en el desarrollo de una sociedad.
Además, en términos de aportes sociales, no puede dejar de mencionarse que a través de sus gremios, el empresariado se hace escuchar y ofrece soluciones a los problemas del país. “El empresariado agremiado ofrece en términos de gobernanza, elementos importantes de interlocución social e interlocución política, pues los gremios son los encargados de llevar la conversación con las organizaciones sindicales, con los partidos políticos, con la comunidad internacional, con la sociedad civil y con el gobierno”, apunta Ardón.
En ese sentido destaca que, de no existir esa gremialidad y esa estructura que el sector empresarial posee, difícilmente podría haber una comunicación, acuerdos de largo plazo y construcción de planes entre actores de la sociedad, en donde el sector privado es fundamental.
El Foro Guatemala es un claro ejemplo de ello. Ese es un espacio creado hace 18 años, en el que convergen 18 organizaciones de la sociedad, muy representativas todas, contribuyendo juntas con opiniones sobre cómo construir una mejor democracia, un mejor ambiente social, crecimiento económico. “Ese es un aporte que la gremialidad hace al país en términos de gobernanza”, asegura Ardón.
El país posee grandes necesidades y carencias, pero si se quieren solucionar los problemas, según este representante del sector privado organizado, se debe empezar por las que son importantes y urgentes. Y es que hay temas que tienen esas dos características y eso implica la necesidad de construir acuerdos mínimos como sociedad para atenderlos.
La desnutrición crónica y la pobreza son dos temas que deben incluirse entre los que son importantes y urgentes. Pero también debe analizarse cómo el modelo económico puede hacerse más inclusivo y dar mayores oportunidades a las personas que hoy están privadas de oportunidad para formar parte del aparato productivo del país. No se puede, dice Ardón, dejar de tocar el tema de la búsqueda de una administración pública eficiente y honrada, pues además de ser importante y urgente, es un tema que en los últimos años ha despertado interés social.
Entonces, para concretar, asegura Ardón, es necesario definir los temas importantes y urgentes para nuestra sociedad, y luego establecer acuerdos básicos como sociedad para enfrentarlos.
No es secreto que el sector empresarial juega un rol importante en la gobernanza de todo país, y por eso debe ser tomado en cuenta por cualquier gobierno para encaminar las políticas públicas que buscan una mejor sociedad.
Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor Universitario
Revista GERENCIA
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