Prioridades para el 14, a las 14
Sentarse en la silla presidencial, tras el acto de toma de posesión, seguro será la primera aspiración de todo ganador. Eso le hará comenzar a vivir el poder. Pero la realidad de tener que solucionar los problemas de un país lleno de problemas, seguro también le alcanzará muy pronto, así es que todo aspirante a la primera magistratura de la nación debiera estar preparado para este momento.
Qué es lo primero que debe hacer y cómo. Cuáles deben ser sus prioridades como mandatario o mandataria, esas son respuestas que todo candidato debería tener resueltas antes de las elecciones. Pero la realidad es distinta. La mayoría no sabe que hará de primero. Todos han ofrecido mil y una cosa, pero casi nadie presenta la forma, el método en que se basará para establecer sus prioridades y así marcar la ruta de su gobierno.
Todos hablan de lo económico, lo social y lo político, pues son ejes prioritarios que hasta el menos entendido razona como las áreas principales a atender. Pero ¿serán las únicas prioridades que debe tener un presidente? La pregunta del millón parecer girar alrededor de ¿cuáles son las prioridades que deben estar puestas sobre el escritorio presidencial al momento de que un nuevo mandatario se siente en su oficina y piense en la idea de ¿por dónde empezar?
¿Qué hacer de inmediato?
José Carlos Sanabria, coordinador del departamento de investigaciones sociopolíticas de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), cree que los rezagos y las prioridades están en los ejes de lo económico, lo social y lo político, pero considera que en buena medida la ruta estará marcada por el papel que jugará el gobierno a través de las políticas públicas para impulsar su gestión. Y en la coyuntura actual, Sanabria considera que el tema migratorio será prioritario en la agenda pública. Pero no solo desde la perspectiva de la política exterior sino también como un tema que para solucionarse debe comenzar por implementar soluciones integrales con políticas nacionales que se deberán articular con la política exterior.
De allí que, el investigador de la Asíes plantee que las políticas sociales deben relacionarse de lleno con la salud, la educación y la seguridad social, mientras que la promoción del desarrollo económico debe estar vinculada al empleo, la inversión y la competitividad, fundamentalmente para desarrollar el área rural. Por eso el gobierno debe comenzar con fuerza la generación de empleo, el acceso a crédito, el fortalecimiento de capacidades de los actores económicos, y priorizar las áreas vulnerables con un acompañamiento serio gubernamental que contribuya al mejor desempeño de la economía.
Geidy De Mata Medrano, directora general del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), piensa, en primer lugar, que para transitar por el camino correcto se requiere de un verdadero estadista al frente del gobierno. Un estadista con visión integral y estratégica, por lo que es fundamental lo económico, lo político y lo social con coherencia para administrar la cuestión pública y generar bienestar común. De Mata también considera que la ruta del nuevo gobernante debe estar marcada por el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero paralelo al reconocimiento político de que, para salir de la pobreza, el desempleo, la corrupción y la impunidad, se debe promover un debate público que genere resultados cuantificables.
La politóloga comparte con Sanabria el hecho de que el tema migratorio debe abordarse de manera integral y con visión estratégica en torno al interés de Estados Unidos, más allá de un proceso electoral entre republicanos y demócratas. No obstante, ella agrega a las prioridades el abordaje de los problemas ambientales, el cambio climático y el desarrollo sostenible. El nuevo gobierno debe proveer la infraestructura adecuada para atraer inversión, pero todo acompañado de condiciones de transparencia y rendición de cuentas, pues solo así se generará confianza entre los inversores.
Transparencia y rendición de cuentas son necesarias para generar confianza entre los inversores
Jorge Lavarreda, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), de quienes consideran que, de cara al deterioro institucional sufrido por el país en los últimos años, es prioritario que la agenda gubernamental incluya un eje de gestión pública. De hecho, el CIEN trabajó en una propuesta: la Ruta para el Desarrollo de Guatemala, la que se enfoca en 4 áreas sustantivas: Salud y Nutrición, Educación y Tecnología, Economía e Infraestructura, y Seguridad y Justicia. Y es allí donde ahora suma la propuesta del CIEN. Según este centro de investigaciones se deben abordar cuatro temas de gestión pública que se han mantenido por años en el olvido. La primera es el Presupuesto de la Nación, un segundo tema es el de las Adquisiciones, luego el de la Contraloría y por último el Servicio Civil.
Lavarreda plantea que el nuevo gobernante debe tener bien trazada su ruta, de manera de que pueda avanzar hacia un gobierno eficaz, eficiente y transparente. Muy a su modo, el investigador plantea que la gestión pública como vía de tránsito debe estar primero pavimentada en los temas relativos a la mejora de la planificación, con vistas a incrementar la eficiencia del gasto y cumplir las metas propuestas.
El reto está planteado para quién se deba sentar en la poltrona a partir del 14 de enero próximo. Diagnósticos hay muchos. Casi podríamos asegurar que hasta sobran. Así es que el problema será accionar para que la gestión gubernamental sea verdaderamente gestora para la aplicación de todos los diagnósticos y conseguir que el país salga adelante poniendo énfasis en la promoción de sus planes para lo social, lo económico y lo político.
Guillermo Ramírez
Periodista
Revista GERENCIA
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