La pasión por el fútbol brinda un respiro a la rutina
Sin importar la edad, la mayoría de los hombres y muchas mujeres pueden contar alguna historia sobre un partido de fútbol. Risas antes de comenzar, gritos durante el partido, euforia al anotar un gol, suspiros y lágrimas si perdieron, alegría y felicidad porque ganaron. El fútbol es un deporte que despierta una gran pasión, por lo que no sorprende que también forme parte de las actividades sociales de las empresas.
No afecta la hora, el día, ni el color de la camiseta del equipo favorito, siempre hay tiempo para jugar una “chamusca” a media calle, en un campo de tierra o con césped. Frío, calor, cielo azul, nublado, bajo la lluvia o con un sol brillante, las sensaciones de jugar al fútbol son contagiosas e inigualables.
El albañil Carlos Ramos, junto a un grupo de compañeros, asegura que todos los días y durante 35 minutos juegan una chamusca. “A veces apostamos, el equipo que pierde paga las gaseosas. Nos encanta jugar, pegarle al balón y meter un gol es algo lindo. Con el fútbol se sufre, se llora y se sueña, es maravilloso”, expresó.
Apuesta empresarial
Algunos entrenadores profesionales afirman que el deporte es fundamental para desarrollar el carácter de los individuos, porque crea un ambiente en donde las emociones emergen.
Para el asesor corporativo, Carlos Luna Rivara, el deporte es una manera muy eficiente de ayudar a los colaboradores a desarrollar su potencial. Genera un vínculo social que va más allá de las paredes de la empresa o de la formalidad de la compañía. Lo que, mejora la comunicación dentro de los equipos de trabajo y trae mejores resultados productivos.
Los juegos en grupo acarrean resultados importantes, según Luna, ya que, a la mayoría de los varones les gusta jugar fútbol. Por lo que, si es propiciado por la empresa, crea un vínculo entre la empresa y el colaborador.
“Vincular los torneos de fútbol con el trabajo en equipo es una buena estrategia que utilizan muchas empresas. Hay colaboradores que organizan sus propios torneos y la empresa no participa. Creo que siempre se debería brindar apoyo directo para los torneos, ya sea en recursos, patrocinio o tiempo. No es caro y es muy poderoso a la vista de los empleados”, afirmó el asesor.
Jorge Martínez, capacitador empresarial, considera que los campeonatos de fútbol crean espacios familiares que permiten salir de lo tradicional. La comunión entre personas genera valores positivos y en algunos casos se manifiestan, ya que se puede observar el carácter y la conducta de los integrantes de los equipos.
Por su parte, Luna, cree que los torneos generan motivación, permiten que el colaborador posea un mecanismo de sacarse la presión diaria por medio del deporte, en un ambiente social y de amistad. Por ello, “las empresas pueden aprovechar los torneos de fútbol para crear vínculos fuertes con sus colaboradores, aunque no a todos les gusta ese deporte. Pero en compañías de nivel operativo y con departamentos grandes esos espacios son muy valiosos”, enfatizó Luna.
Apuesta por el deporte
Carmen López, gerente de recursos humanos de un reconocido periódico local, destacó que la empresa organiza dos campeonatos al año, de invierno y verano. “Sabemos que la experiencia que viven los colaboradores es enriquecedora. Hay trofeos para los primeros lugares, convivencia familiar y la mayoría de empleados participan. La actividad representa un pequeño incentivo que se prepara con mucho cariño”, afirmó.
Otra manera de impulsar el fútbol es por medio de la organización de torneos para niños y adultos. Nestlé Guatemala, por ejemplo, organiza la Copa Milo, un escenario que busca llevar diversión e intercambio de experiencias para los niños guatemaltecos, fortalecer sus valores y consolidar lazos de amistad con sus compañeros y contrincantes, según Raúl Sarti, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas.
El deporte ayuda a desarrollar el potencial de los colaboradores. Es un vínculo social que va más allá de las paredes de la empresa.
El objetivo principal de la Copa Milo es reconocer y acompañar a los pequeños deportistas a alcanzar sus metas, y enseñarles, a través del deporte, valores como el trabajo en equipo, coraje, confianza, determinación y fuerza, indicó el gerente. “Nuestro propósito es mejorar la calidad de vida y contribuir a un futuro más saludable para las personas. La actividad física y la disciplina deportiva son un bastión fundamental en la formación física y emocional de la niñez, aparte de inculcar el espíritu de competitividad, respeto y disciplina”, destacó Sarti.
Así mismo, la Copa Cementos Progreso es un torneo de fútbol dirigido a trabajadores de la construcción y maestros de obras. Este año contó con la participación de 500 equipos de fútbol. “Con estos torneos buscamos incentivar la solidaridad y la sana convivencia. Además, construímos juntos el país donde queremos vivir”, señaló José Raúl González, director general de Grupo Progreso.
Con la tercera edición de la Copa Cementos Progreso, la empresa busca generar un ambiente saludable a partir de la práctica del deporte, la sana competencia y un ambiente familiar, indicó Pamela Funes, gerente de Marca de Cementos Progreso.
Martínez enfatiza que, se pueden desarrollar equipos de trabajo y de fútbol, aunque a la hora de integrarlos a veces es difícil, pero con una buena gestión administrativa y reglas claras se puede controlar cualquier fricción entre los colaboradores. Cabe resaltar que, “en la mayoría de los casos, los torneos de fútbol que promueven las empresas son un éxito, porque es un descanso a la rutina”.
El fútbol brinda momentos mágicos que se pueden ver en vivo, en los estadios o desde un sillón, en casa. Muchos guatemaltecos mantienen viva la ilusión de ver a la selección en un mundial de fútbol mayor. Pero, aunque la azul y blanco no esté en Rusia 2018, la mayoría disfrutará esos encuentros por televisión.
“Los equipos que se inscriben en un campeonato, empresarial o no, lo hacen porque quieren competir y ganar. El fútbol despierta el entusiasmo y aleja a los colaboradores de la rutina diaria. Es una ventaja que se debe aprovechar”, concluyó López.
Guillermo Ramírez
Periodista Revista GERENCIA
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