Riesgo y rentabilidad son los conceptos clave sobre los que se desenvuelve la gerencia financiera de una empresa. Este puesto es el responsable del capital de trabajo y de su administración, por tal razón es muy importante que quien desempeña el rol sea hábil en el manejo de los recursos humanos, financieros y físicos. Su importancia radica en el control de todas las operaciones, de gran importancia para la toma de decisiones, conseguir nuevas fuentes de financiamiento, mantener la efectividad y la eficiencia operacional, velar porque se cumplan las leyes y porque exista confiabilidad en la información financiera.
Una de las principales metas del gerente financiero es maximizar el patrimonio de la compañía mediante la optimización de los recursos financieros, el cumplimiento de los objetivos y el aumento de la efectividad. Es la disciplina que contribuye a la planeación, producción, control y dirección de la vida económica de la empresa.
De la gerencia financiera dependen otras áreas como contabilidad, presupuestos, tesorería, servicios administrativos y recursos humanos. Sus tareas giran en torno al logro de los objetivos y a maximizar el valor de la empresa.
Puntos clave
El control de los ingresos financieros es trascendental para la gerencia financiera. Es decir, controlar todas las operaciones que correspondan al manejo de los recursos de la compañía. De esta forma se pueden anticipar las eventualidades en cualquier sentido; es decir, las negativas y las positivas. Al gerente financiero le corresponde mantener un sano equilibrio entre liquidez y rentabilidad.
La formulación de presupuestos es básica para garantizar la liquidez necesaria para cubrir los gastos sin recurrir al financiamiento externo. Un buen presupuesto es la guía para asignar y monitorear los recursos y para identificar las áreas que sobrepasan las cantidades asignadas. De esta forma, se mantiene control sobre recursos, inversiones, maquinaria y contratación de personal, por mencionar algunos gastos.
La evaluación y administración de riesgos es indispensable para que las inversiones de capital no expongan el potencial de la compañía. La gerencia financiera determina las inversiones y muchas veces las autoriza paralelo a establecer políticas claras de trabajo.
Es necesaria la revisión y la evaluación que indiquen si la empresa mantiene el enfoque de los objetivos a largo plazo y, por ende, cuenta con un crecimiento sostenido. Una buena administración financiera exige transparencia en las cifras que, si bien podrían arrojar resultados negativos, el gerente financiero podría recurrir a la aplicación de correctivos para solventarlos.
El gerente financiero es el responsable de acreditar a la empresa frente a bancos y otras entidades financieras para la obtención de créditos. Es quien evalúa que el financiamiento sea adecuado para la empresa y abre nuevas oportunidades para conseguir fondos. Para ello, debe controlar la capacidad de retorno financiero, contar con un plan de negocios, manejar el historial crediticio, mantener un óptimo registro de las operaciones financieras y dominar el tema de seguros.
Además de las competencias técnicas, el gerente financiero debe poseer dotes de liderazgo y debe ser hábil en la gestión de los diversos procesos de planificación y control que generen la toma de decisiones.