Emprendedora ejemplar

Mariela Saravia, fundadora de Lúa Chips y ganadora del premio Gerente Joven, de la AGG.

La fundadora de Lúa Chips fue la ganadora del premio Gerente Joven otorgado en 2013 por la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG). Además de ser profesional y de haberse valido de su pasión por el trabajo para fundar una empresa hace más de una década, Mariela Saravia es esposa y madre de dos niñas. De hecho, afirma que “ser mamá es algo que no cambiaría por nada”.

Saravia reconoce que su empresa, dedicada a la elaboración de chips de camote, yuca, plátano y malanga, podría ser más grande. Sin embargo, opta por el ritmo moderado para no faltar a la maravillosa misión de ser mamá. “Me siento afortunada de tener lo que tengo, decidir sobre mi tiempo, trabajar y estar con mis niñas en casa por las tardes”, dice.

Una jornada de trabajo para las mamás trabajadoras y empresarias casi siempre supera las ocho horas, sin embargo esto no les impide ser ingeniosas y creativas, pero sobre todo amorosas y dispuestas a dar tiempo de calidad. Para Mariela la oficina es su oasis, pues en casa debe pensar desde el antialérgico, las agendas de las niñas, los almuerzos, las loncheras y hasta en que no falte jabón ni papel. “Nosotras podemos manejarlo todo” dice la empresaria para quien saber administrar el dinero de la empresa es primordial. Ella se paga un salario y respeta el dinero de la empresa, además de llevar una buena relación con los proveedores y los colaboradores, lo que le ha permitido mantenerse en pie.

Dueña del tiempo

“Parto mi día en dos. La mañana se la dedico la oficina; mi teléfono es como que no existiera porque no respondo ni chats, ni redes sociales, cero correos y llamadas personales, solo atiendo clientes pues me enfoco en el negocio y en estar al día en los pagos para pensar claramente. Antes de venir al trabajo hago ejercicio, preparo loncheras y llevo a mis hijas al colegio. Salgo cuando es hora de recoger a mi hija menor. En la tarde almorzamos juntas, después veo tareas de ambas. La tecnología ha sido mi gran aliada para seguir creciendo, por ello atiendo desde la computadora a mi empresa, juego con mis hijas, las baño, cenan y las acuesto. En la noche atiendo a mi esposo y ordeno la casa”. Esa es la rutina de esta mujer que como muchas superan diariamente el reto de ser madres y empresarias de éxito.

Mariela recomienda a las mamás trabajadoras que “el ratito” que tienen con sus hijos se armen de paciencia y se lo dediquen con amor, que busquen enterarse de la vida de sus hijos, qué hacen, qué les gusta, quiénes son sus amigos y decirles que aunque no estén en casa los aman a cada momento, “les pueden dejar papelitos con mensajes que se los recuerde”, sugiere.

La emprendedora comenzó haciendo los chips, empacándolas y repartiéndolas en su “Buggy” en la Antigua Guatemala y la capital, ahora también los distribuye en Sololá, Cobán, Puerto Barrios y El Salvador. En Lúa Chips la mayoría de colaboradores son madres, es por ello que trabajan de lunes a viernes, “así pueden atender a sus hijos el fin de semana”, cuenta Saravia.

Aunque día a día se esfuerza porque Lúa Chips, a quien reconoce como su primera hija, crezca, para Mariela es vital identificar hasta dónde se puede dar sin abandonar la visión inicial. “Esto es lo que quiero hacer, quiero ser mamá, quiero hacer ejercicio, verme bien y ser exitosa. Poner los pies sobre la tierra y reconocer hasta dónde puedo intervenir en todo con excelencia” concluye Mariela.

Victoria Alvarado Eguizábal
Periodista
Revista GERENCIA
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